jueves, 1 de marzo de 2012

En época de crisis: demonicemos a los funcionarios

Me parece vergonzoso como en esta época de crisis y "apretarse el cinturón", debida en gran medida al derroche llevado a cabo por políticos ineptos y bancos que daban 200.000 euros de hipoteca a chavales que repartían pizzas y ganaban a final de mes 650 euros, se inicie una campaña de demonización del funcionario, haciéndoles responsables de cara a la sociedad de esta crisis que nos azota. Claro está, es más fácil llenar las arcas del estado con parte de esa nómina visible de funcionarios que luchando y trabajando por disminuir la economía sumergida que recubre esta "piel de toro".

El funcionario, ese ser que durante años y años ha cobrado cantidades ingentes de dinero, mientras encofradores y obreros de la construcción (con todos mis respetos hacia ellos) ganaban unos míseros 3.000 euros (vislumbre mi lúcido lector cierto tono sarcástico en mis palabras). Sí, aún recuerdo cuando en la época de las "vacas gordas" tenía que escuchar como esos obreros se jactaban de que ellos por lo que yo cobraba no se levantaban de la cama. Sí, esos que no han tenido que estudiar horas y horas durante años y años para sacar una oposición de funcionario y convertirse en mileuristas, mientras veían como a otros les llovían ofertas a base de ladrillos que hacían llenar sus cuentas bancarias con cifras de varios ceros.

Esta gráfica muestra como el funcionario ha perdido poder adquisitivo a medida que han pasado los años, desde 1982 hasta nuestros días y como se puede observar, que en la época de la abundancia no se le subió el sueldo de forma proporcional al igual que al resto de la ciudadanía.












Pero bueno, parece nuestro sino, ahora toca a los medios atacar al funcionario, poner a la sociedad contra él y hacer que los gobiernos les reduzcan si cabe, aún más sus ingresos y condiciones laborales. Como bien dijo Julio Anguita en una conferencia pasada en Baena "El español es tan ruin, que en vez de pedir tener unas condiciones laborales igual de buenas que el funcionario, pide, que ya que a él se las están empeorando, que al funcionario también se las empeoren" Triste pero cierto, así somos y así moriremos.

Bueno, se despide este humilde funcionario, casado de ver titulares en la prensa y en televisión en la que se muestra al funcionario como aquel ser maligno que se pasa el día durmiendo y desayunando y que cuando la burbuja inmobiliaria, ganaba 10.000 euros al mes mientras el resto de españoles apenas subsistían con 500 euros.


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